Por qué buceamos en cenotes?
En este post, hemos contado con la colaboración de las magnificas fotos del equipo de fotografía del cenote Chac Mool. Pueden ver espectaculares fotos en su perfil de instagram @triton.prod
Muchos buzos lo primero que preguntan al llegar al cenote es, ¿Qué tienen de especial los cenotes, veremos mucha fauna?
La respuesta es siempre la misma, no buceamos en cenotes por la fauna que podamos observar debajo del agua, hay muchísimo más, y todo comienza en el momento que empezamos a adentrarnos por la selva de camino al cenote. Desde ese instante, ya podemos empezar a avistar fauna y flora del segundo bosque tropical más extenso del continente americano. Solo superada por la Amazonia, este bosque se extiende por México, Belice, y el norte de Guatemala con una superficie de más de 14 millones de hectáreas.
En la jungla podremos observar coloridas aves como el tucan, pájaro carpintero, el bolsero yucateco, pájaro reloj (motmot), colibrí, etc… todos ellos dando un colorido espectacular en un ambiente de paz y tranquilidad que nos cautivara incluso antes de empezar a montar nuestros equipos. Además podremos observar mariposas de todos los colores, iguanas, tarantulas, coatis, y si somos afortunados podremos gozar de la vista del venado de colablanca o el mono araña. Si, es evidente que hay mas fauna en la jungla tales como mono aullador, serpientes, escorpiones, jaguar etc… pero solo quería incidir en la fauna que hemos tenido la suerte de ver directamente.
Pero no solo esto nos depara un dia de buceo en cenotes, listos para ir al agua? Vamos a bucear cenotes;
Estalactitas y estalagmitas:
Hace aproximadamente 10 mil años, el nivel del mar estaba 100 metros por debajo del nivel actual y las cuevas y cenotes de la Península de Yucatán estaba secas.
Pero, cómo se forman. Pues se trata de un proceso relativamente sencillo, aunque extremadamente lento. El agua de filtración a través de las grietas del terreno en las proximidades de una caverna puede disolver ciertos compuestos, normalmente calcita y aragonito (carbonato cálcico) y yeso (sulfato cálcico). La cantidad de mineral disuelto depende, entre otros factores, de la concentración de dióxido de carbono y temperatura de la disolución. Cuando esta solución alcanza una caverna llena de aire, la descarga de dióxido de carbono altera la capacidad del agua para mantener estos minerales en disolución, provocando que precipiten.
Las estalactitas aparecen como resultado de los depósitos minerales continuos transportados por el agua que se filtra normalmente en una cueva, aunque no siempre, en especial los de bicarbonato cálcico que precipitan en carbonato cálcico y se deposita dando lugar a las mismas.
En cambio, las estalagmitas son depósitos de minerales que se forman por precipitación química y que se forman en el suelo de las cuevas de caliza debido a la decantación de soluciones y la deposición de carbonato cálcico.
Por lo general las estalagmitas aparecen debajo de las estalactitas de modo que si pasa el tiempo suficiente llegan a unirse y forman una columna.
Obviamente este tipo de estructuras no solo son interesantes a nivel turístico sino que la ciencia se sirve de ellas para numerosos fines, sobre todo relacionados con dataciones dado que por el modo en que se forman y su enorme longevidad, su análisis da lugar a descubrimientos que de otro modo sería complicado y son grandes testigos del clima
Estas permiten reconstruir la evolución del clima con una precisión inferior a un año, con lo que están proporcionando información muy valiosa para comprender los mecanismos que gobiernan el cambio climático.
Haloclina:
La haloclina es una capa que separa dos masas de agua por diferencia de densidad. Ocurre cuando dos cuerpos de agua se encuentran, uno de agua dulce y otro de agua salada. El agua salada es más densa y se hunde dejando agua dulce en la superficie
Este efecto es difícil de observar y generalmente ocurre en áreas donde el agua dulce llega al mar, como cuevas con manantiales de agua dulce que desembocan en el mar. Como finalmente todos los cenotes van a parar al mar y el mar también puede entrar tierra adentro dependiendo de las mareas, el mejor y más espectacular lugar para observar este efecto se encuentra en los Cenotes de México. Pero para entenderlo, antes hemos de saber, que debido a la porosidad del suelo de toda la Península de Yucatán (https://www.divingcenotetulum.com/cenotes-riviera-maya-buceo-diving-mexico/), la mayor parte del agua que recorre todo el sistema de cuevas y cavernas es agua dulce proveniente de la lluvia.
Es entonces cuando, en ciertos cenotes y a ciertas profundidades, el agua dulce y el agua salada se encuentran en un punto formando una capa de separación, esto se llama la haloclina. Pero ojo, también es una termoclina, ya que además de la diferencia de densidad entre el agua de mar y el agua dulce, el agua de mar también es más caliente que el agua dulce, lo que suma los dos efectos, amplificando el resultado. Esta capa se encuentra en la mayoría de los cenotes, a unos 10 metros de profundidad.
Como resumen, cuando buceamos en ciertos cenotes podemos tener una visibilidad excelente a una temperatura de 25ºC-26ºC, pero si empezamos a descender nos encontraremos con una masa de agua aproximadamente de 1 metro donde nuestra visión se tornara borrosa y pensaremos que algo ocurre con nuestra mascara, o incluso, con nuestro cerebro, pero, si descendemos un poco más volveremos a tener una visibilidad perfecta, e incluso podremos sentir una diferencia de temperatura de +2,3º C.
Nube:
Bucear a través de una nube en los cenotes puede ser quizá la experiencia más extraña que se pueda tener como buzo. Estas nubes, presentes por ejemplo en el cenote Angelita, el Pit, Chac Mool, cenote Zapote o cenote Maravilla, entre otros, provienen de una compleja actividad de cierto tipo de bacterias que descomponen material orgánico para poder obtener energía. El resultado de esta actividad de las bacterias es una nube de sulfuro de hidrógeno, un tanto tóxica y con un olor a huevos podridos que literalmente nos hará entender porque los cenotes son el inframundo maya. La sensación de bucear a través de una nube no se puede explicar, hay que vivirla.
Fósiles marinos:
Debido a que hace más de 40 millones de años, la península de Yucatán era un floreciente arrecife de coral cubierto por el océano, y que al bajar el nivel del océano todo ese arrecife de coral resultó en el suelo que podemos pisar hoy, los fósiles marinos dentro de los cenotes están presentes y cuentan esa historia. De hecho solo paseando por las calles de toda la Riviera Maya, si prestamos atención a las piedras que marcan los caminos, podremos observarlos. Los más comunes suelen ser corales y moluscos, aunque en ciertas cuevas o en el museo del Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH), se puedan observar fósiles de oso perezoso prehistórico, mamuts e incluso tigre dientes de sable.

